Cáncer de colon y recto

Técnica: Las radiaciones ionizantes son generadas por unas máquinas muy complejas y sofisticadas, llamadas aceleradores (como el que se ve en la fotografía). El paciente se tumba en la camilla y tiene que permanecer quieto para que la radioterapia trate únicamente el campo. El tratamiento de radioterapia dura unos minutos, se administra diariamente y no es doloroso.,

Indicaciones: La radioterapia está indicada como tratamiento complementario a la cirugía o para aliviar los síntomas que produce la enfermedad. No todos los pacientes con cáncer colorrectal deben recibir radioterapia y en otros casos puede estar contraindicada. Los pacientes con cáncer de colon no reciben tratamiento con Radioterapia ni antes ni después de la cirugía si la enfermedad está localizada.,

• La radioterapia está indicada en los pacientes con cáncer de recto: En el estadio II y III del cáncer de recto, se administra antes o después de la cirugía como tratamiento complementario para reducir el riesgo de recaídas en la pelvis.

o Según su relación con la cirugía, se denomina radioterapia adyuvante (=postoperatoria) o neoadyuvante (=preoperatoria).
o En muchos pacientes se administra quimioterapia concomitante para aumentar la eficacia del tratamiento.,
o La decisión de administrar la radioterapia de forma pre o postoperatoria depende de una serie de factores que varían de un paciente a otro.

• Como tratamiento paliativo, la radioterapia es eficaz para controlar el dolor y aliviar otros síntomas. En esta situación, se suele administrar sola sin quimioterapia. Existen otras técnicas de radioterapia para casos muy concretos.,

Efectos secundarios: La radioterapia pretende tratar solo el tumor con un margen de seguridad, pero es inevitable que los tejidos normales que están en la cercanía reciban también parte de las radiaciones. Los efectos adversos o toxicidad de la radioterapia se deben precisamente a su acción sobre los tejidos normales y varían según la zona tratada. La dosis total de radioterapia que se puede administrar depende de la tolerancia de los tejidos normales, que es diferente para cada órgano.

Para más información consulte con su oncólogo radioterápico.,

Otros tratamientos

Existen otra serie de tratamientos para los pacientes con cáncer colorrectal. Entre ellos destacan los tratamientos paliativos y de soporte que, muchas veces, son los mismos, y los tratamientos locales/locorregionales.,

Tratamientos de soporte y tratamientos paliativos: Durante la evolución de la enfermedad, y para controlar las complicaciones de la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia o los síntomas del tumor, puede ser necesario administrar terapias de soporte como medicamentos contra los vómitos (antieméticos), aporte nutricional, fármacos para tratar la anemia (eritropoyetinas y/o suplementos de hierro) o el descenso de las defensas (factores estimulantes de colonias), medicación antidiarreica, etc., También pueden ser necesarios los antibióticos, los analgésicos (calmantes) y otros tipos de fármacos.

Otras terapias:

• En algunas ocasiones, hay que realizar tratamientos especiales para controlar el dolor o, por ejemplo, para extraer el líquido que se puede acumular en el abdomen.
• A veces, se coloca una prótesis en el tumor colorrectal para evitar que se produzca una obstrucción.
• Algunos tumores muy pequeños se tratan solo con resección por endoscopia.,
• La radiofrecuencia y la radioterapia esterotáxica son ejemplos de tratamientos locales para determinadas metástasis en casos concretos.

Su médico le informará si Ud necesita alguno de ellos y en qué consisten.

Ensayos clínicos

A medida que se van descubriendo nuevas estrategias terapéuticas, su eficacia y tolerancia se investigan en los ensayos clínicos., Existen una serie de consideraciones importantes sobre los ensayos clínicos que Usted debe conocer:

• Los ensayos clínicos tienen como objetivo mejorar las alternativas terapéuticas, aumentar la eficacia del tratamiento, disminuir su toxicidad, mejorar la calidad de vida y/o otros objetivos más específicos de cada estudio en concreto.

• Tienen la ventaja de permitirle acceder a nuevas terapias en investigación.,

• Para participar en un ensayo clínico hay que cumplir una serie de requisitos que se conocen como criterios de inclusión y exclusión. No todos los pacientes los cumplen.

• No existen ensayos clínicos para todas las situaciones de la enfermedad.

• Participar en los ensayos clínicos es voluntario y también es voluntario retirarse.

Para mas información consulte con su oncólogo médico.,

Seguimiento

Existen dos situaciones en las que se puede hacer el seguimiento:

• Después de cirugía radical (= cuando se ha extirpado todo tumor visible).
• Cuando existe enfermedad que no se ha podido resecar.,

Después del tratamiento radical, es preciso realizar revisiones o controles periódicos para vigilar la evolución de la enfermedad, controlar los efectos secundarios o complicaciones tardías, si es que aparecen, y detectar de forma precoz nuevos pólipos o cánceres colorrectales.

Aunque el cáncer colorrectal se haya extirpado completamente y se hayan administrado quimioterapia y/o radioterapia complementarias (en los casos en los que están indicadas), la enfermedad puede volver a aparecer., Hoy en día no existe ningún tratamiento o tratamientos que consigan un 100% de curación.

El riesgo de recaída es más elevado durante los 3 primeros años desde la cirugía y luego va disminuyendo progresivamente, aunque puede haber recidivas tardías más allá de los 5 años. La perioricidad de la revisiones será más estrecha durante los 2 primeros años: normalmente cada 3-4 meses; de los 2 a 5 años se realizarán cada 6 meses y anuales a partir del quinto año siempre que no existan signos o síntomas que obliguen a cambiar la perioricidad de las mismas.,

En las consultas de revisión, el médico valora la situación del paciente y solicita las pruebas que considere necesarias. En general, las exploraciones complementarias son una analítica con hemograma, bioquímica y marcadores tumorales, una radiografía de tórax, una ecografía o un escáner abdominal/abdominopélvico y una colonoscopia. No hay que hacer todas estas pruebas en cada revisión, sino que el médico le pedirá las que considere oportunas según las características de la enfermedad, los tratamientos aplicados y los síntomas que cada paciente tenga.,

Es importante resaltar que los niveles de marcadores tumorales ( CEA) solo son orientativos y necesitan ser interpretrados por el médico en el contexto de los signos y síntomas de la enfermedad y de otras exploraciones complementarias. Un aumento exclusivo de CEA no significa que haya que proceder a realizar un cambio de tratamiento.,

La realización de PET-TAC no se debe hacer de forma rutinaria en el seguimiento, solo está indicada en algunos casos que considere el oncólogo porque existan dudas de recaída por las otras pruebas, generalmente TAC, o bien en aquellos pacientes que se van a someter a cirugía de metástasis hepáticas y queremos descartar que no haya otras localizaciones metastásicas. En cualquier caso, no es una prueba que tenga capacidad para detectar los restos microscópicos del tumor., Hoy en día no existe ninguna prueba que garantice al 100% que no queda absolutamente ningún foco tumoral. Sin embargo, que las pruebas salgan normales es muy positivo y con el tiempo, al menos 5 años desde la operación, se puede ir pensando en que el tumor se ha erradicado completamente.

Cuando queda enfermedad: En estos casos también pueden hacerse revisiones, en particular para controlar los síntomas y administrar tratamientos paliativos, si el paciente los necesita., Las pruebas a realizar y el intervalo entre las consultas queda a criterio médico, sin poder establecer de antemano una periodicidad.

Es importante realizar el seguimiento a los pacientes una vez tratados para detectar y tratar de forma precoz un segundo tumor colorrectal o una recaída.,

Prevención y screenning

Prevención primaria: Entre las estrategias para reducir el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal destacan:

– el alto consumo de vegetales y frutas frescas, evitar dietas muy ricas en calorías.
– no fumar.
– evitar la obesidad.
– realizar ejercicio físico.,

Screening o prevención secundaria: Consiste en la realización de una serie de exploraciones diagnósticas en individuos asintomáticos que tienen un riesgo mayor de desarrollar un cáncer que la población general.

• Población de riesgo medio:

– Este grupo incluye a las personas >= 50 años sin otro factor de riesgo añadido de cáncer colorrectal que la edad.,
– Los programas de cribado instaurados en las Comunidades Autónomas se basan en la realización de un análisis de «sangre oculta en heces” con un periodicidad bienal (si esta prueba es positiva se debe realizar una colonoscopia completa).

• Población de alto riesgo:

– Incluye los cánceres familiares, los síndromes hereditarios de cáncer de colon y otras condiciones predisponentes.
– El screening debe de realizarse preferentemente con colonoscopia.
– La periodicidad depende de la causa que produce el aumento del riesgo.,
– En algunos casos está indicado realizar otras pruebas complementarias, como mamografías o exploraciones ginecológicas, porque el riesgo de desarrollar otros cánceres no colónicos también está aumentado.

Para mas información, consulte con su médico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *