la araña reclusa parda (Loxosceles reclusa) se encuentra en toda la región sur del Medio Oeste de los Estados Unidos. También se puede encontrar con menos frecuencia en los estados del suroeste. Esta araña, que varía de 8-13 mm de longitud, tiene patas largas (20-30 mm de longitud), y se extiende en tonos de marrón. Tiene forma de violín en el cefalotórax dorsal. El veneno en la araña reclusa parda es una mezcla de fosfolipasas y proteasas (por ejemplo, esfingomielinasa D), lo que resulta en signos clínicos graves., Sin embargo, hay una enorme variabilidad en la fuerza del veneno. Los animales mordidos por una araña reclusa parda pueden mostrar signos clínicos de vómitos, fiebre, letargo, trastornos hemorrágicos (por ejemplo, hematomas, pruebas de coagulación anormales), daño a órganos (por ejemplo, hígado, riñones) y heridas graves en la piel. Desafortunadamente, no hay antídoto disponible para esta araña específica, y el tratamiento es sintomático y de apoyo.
Si cree que su perro o gato fue mordido por una araña reclusa parda, llame a su veterinario o a la línea de ayuda de envenenamiento para mascotas inmediatamente para obtener consejos de tratamiento que salvan vidas.