la ciencia de la investigación antiviral estaba muy avanzada cuando el VIH/SIDA apareció como una nueva enfermedad viral importante a principios de la década de 1980. el primer compuesto antiviral efectivo (AZT, azidotimidina, zidovudina) ya estaba entre la biblioteca de compuestos examinados y se informó rápidamente que era un inhibidor específico de Retrovirus, incluido el VIH., Debido al papel fundamental del AZT en el tratamiento del VIH, esta revisión resume los efectos más conocidos, algunos de los cuales son efectos secundarios tóxicos, inducidos por el AZT, un medicamento que todavía se usa en la terapia combinada de pacientes infectados por el VIH. Entre los efectos secundarios tóxicos, se ha reportado una toxicidad severa en la médula ósea manifestada como anemia, neutropenia y siderosis, y causada por la inhibición de la síntesis de hemo y globina junto con un trastorno general del suministro de hierro., En este sentido, se demostró que mientras que el AZT y su derivado monofosforilado AZTMP no podían quelar el hierro, la forma trifosfato AZTTP mostró una capacidad significativa para eliminar el hierro de la transferrina. Además, hemos demostrado previamente que las células K562 expuestas al AZT mostraron un aumento de los receptores de transferrina ubicados en la membrana celular sin afectar su biosíntesis, pero ralentizando su vía endocitótica. Curiosamente, los datos de la literatura reportan la impairement de reacciones de glicosilación por AZT., De hecho, hemos demostrado que las células K562 tratadas con AZT exhibieron una sialilación reducida de proteínas y lípidos, y una fuerte inhibición de la actividad de la alfa,(2<>8) sialtransferasa, mientras que la actividad de la beta, (1< >4)galactosiltransferasa y beta-galactosidasa aumentaron significativamente. Estas últimas observaciones podrían ser de relevancia clínica ya que las alteraciones de la expresión y composición de carbohidratos intracelulares y de la superficie celular, a menudo están asociadas con varias enfermedades., Sin embargo, contrariamente a los informes anteriores de otros autores sobre el AZT como inhibidor de la actividad de toxinas vegetales y bacterianas, hemos demostrado que el AZT no solo no inhibió la toxicidad de saporin, sino que incluso aumentó la actividad citotóxica de esta toxina vegetal en las células K562. Además, la revisión ilumina la utilización potencial del AZT como herramienta en proteómica ya que en los últimos años se han identificado varios genes que responden a este fármaco en diferentes líneas celulares., Hemos demostrado, por primera vez, una sobreexpresión de dos proteínas (PDI-A3 y sthatmin), y una represión completa de otras dos (HSP-60 y SOD1) en células K562 expuestas al AZT. En la actualidad, estamos investigando si las alteraciones mencionadas anteriormente son una característica general del tratamiento con AZT de células cultivadas, o representan una característica peculiar de una línea celular específica. Finalmente, el artículo revisa una serie de metodologías novedosas destinadas a mejorar los niveles plasmáticos de AZT y su biodisponibilidad en todos los órganos humanos con el fin de mejorar su eficacia terapéutica contra la infección por VIH., Estas nuevas posibilidades, a saber, la estrategia de profármaco AZT, la entrega transdérmica de AZT y la entrega cerebral dirigida, todavía no se utilizan para los seres humanos, pero están bajo estudios experimentales.