Cuando se trata de historias de amor, la historia de la princesa Elizabeth cayendo de cabeza por el soldado flejado Príncipe Philip Mountbatten es digna de su propia película de Disney. Es uno que se remonta a los años Treinta, que abarca más de 70 años, por lo que Felipe, el más longevo consorte real en la historia Británica. ¿Pero dónde empezó todo?
llamó su atención por primera vez en el verano de 1939, cuando la Princesa Isabel tenía solo 13 años., Era príncipe de Grecia y cinco años mayor que ella, a punto de embarcarse en una carrera en la Marina Real. Elizabeth y su hermana Margaret estaban en un viaje con sus padres al Britannia Royal Naval College de Dartmouth, el alma mater de su padre. Fue aquí donde su apuesto primo Cadete Philip entró en escena. Según Marion Crawford, institutriz de las princesas, fue la buena apariencia vikinga de Felipe, el cabello rubio y los ojos azules lo que atrajo a Isabel., Crawford explica en sus memorias, las pequeñas princesas, que subió a bordo del yate del Rey para comer, y causó que Elizabeth se volviera ‘de cara rosa’. Al parecer, su afecto por él fue observado por el tío de Felipe y ayudante del Rey, Lord Louis Mountbatten, que también estaba a bordo y escribió en su diario que su reunión inicial fue «un gran éxito».
algunos de los parientes de la Reina hablaron abiertamente sobre el cariño de Isabel por Felipe durante esos primeros días., Entre ellos estaba Margaret Rhodes, prima de Elizabeth, quien escribió en su autobiografía que » Elizabeth estaba verdaderamente enamorada desde el principio.
el compromiso no llegó por un tiempo, de hecho ocho años después, después de la guerra, en 1947, con el matrimonio que tuvo lugar en la Abadía de Westminster en noviembre de ese mismo año. Poco sabía Elizabeth que en cuestión de cinco años, ascendería al trono y tomaría sus votos como Reina Isabel II.
avance rápido hasta 2019, la pareja ha estado casada un total de 72 años, con cuatro hijos, ocho nietos y ocho bisnietos., Lado a lado han viajado por todo el mundo, desde Australia hasta América, África e India, ondeando la bandera de la Commonwealth encabezada por Su Majestad. Han compartido un compromiso total con sus deberes y servicio y siempre se tuvieron el uno al otro para aligerar la carga de la vida pública con un poco de risa. Nada les hace cosquillas más que un percance ceremonial. En privado la llama ‘Lilibet’, ‘Darling’ o ‘Sausage’ y les encanta una cena en la tele juntos.
detrás de esas puertas doradas del Palacio, realmente son como tú y yo.